Mañana regreso a Madrid, después de dos semanas de trabajo en Londres. Es una ciudad en la que rebosa energía y creatividad, como muestra esta foto que tomé en Portobello Road.
En Londres resulta especialmente evidente la saturación publicitaria. Ya no bastan los escaparates y el festival de carteles iluminados para atraer a los clientes. Algunos establecimientos pagan unas 20 libras a quien sostenga durante ocho horas en medio de la acera un cartel con una flecha, como el que anuncia el McDonalds más cercano a New Bond Street.
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