July 1, 2009

La musculatura de la amistad

El sábado celebramos un grupo de amigos el aniversario de boda de Emilio y Paloma. Y Jorge Manzur se quejó de que no sale en mi blog. Él sabe cómo tiene que decirlo para que la mejor de las alternativas sea hacerle caso... Por eso le ha ido tan bien en su trabajo. Ahora es Director Comercial y de Marketing del Portfolio Premium de Solmeliá en Europa.

Con Andrés, Blanca, Paloma, Jorge, Mónica y Emilio.

La "sugerencia" de Jorge me ha animado a escribir una reflexión sobre la amistad.

Hace años leí el Tratado de la Amistad de Cicerón. Y recuerdo que hablaba de tres de grados de amistad. En el nivel más bajo está la que se establece con quien te conviene llevarte bien (un taxista, el vecino de plaza de garaje, tu jefe o el portero de casa). El segundo grado de amistad es el que se tiene con alguien por el beneficio que obtienes de esa relación (el amigo que te hace sentir bien, el amigo que te ayuda, el que te consuela o con el que te diviertes). Y el grado más alto es el que se alcanza cuando se quiere a alguien con independencia del "beneficio" que se obtiene de esa amistad. Es un grado de amor puro y desinteresado, en el que no se espera nada a cambio, sino que se quiere a la otra persona por lo que es y tal como es, sin condiciones.

Este tercer grado de amistad resulta muy inusual encontrarlo. Es una conquista que puede llevar toda una vida. Y como toda conquista, requiere una colección de esfuerzos que dejan de serlo cuando se ha desarrollado suficiente musculatura. Y aquí te brindo algunas desordenadas sugerencias para desarrollarla con quienes desees alcanzar ese tercer grado:
  • Pasa el máximo tiempo posible con tu amigo.
  • Llámale sólo para saber cómo está. Sin más.
  • Acuérdate de felicitarle en las ocasiones especiales (cumpleaños, aniversarios...).
  • Ofrécele tu espalda para la mudanza.
  • Acompáñale a hacer el plan menos atractivo que puedas imaginar (por ejempo, ir al dentista) sólo porque es una oportunidad para estar un rato con él.
  • Felicítale en Navidad con tu puño y letra.
  • Envíale postales cuando viajes. También de puño y letra.
  • Comenta su "estado" en Facebook.
  • Y hazle caso, si te pide que le menciones en el blog...
¿Alguna otra sugerencia para desarrollar la musculatura de la amistad?

2 comments:

  1. !hola alvaro! Soy Curro Jordano, nos conocimos en el seminario de madrid excelente.
    Aporto alguna idea más.

    - Comparte alguna experiencia de voluntariado o de ayuda social con esa persona.
    Así conectaréis con la 5 y 6 voz de la que habla Luis Huete.Genera un vínculo fortísimo que hace que efectivamente se crezca juntos más que por separado.

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  2. Anonymous12:44 AM

    Amar y conocer es todo uno. A quien más se ama es a quien más se conoce... y como decía Aristóteles (y mi abuela también), hace falta un almiz (mi abuela decía fanega) de sal para conocer a alguien :-)

    Así que nada: hay que estar dispuestos a compartir nuestro tiempo (recurso más que escaso) para que la amistad se fortalezca y no se diluya.

    Un abrazo,

    JennyLind.

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